Alaskan Malamute México surge del sueño de 2 hermanos hace muchos años... Desde muy niños, siempre fuimos apasionados admiradores de los animales y la naturaleza en general, pero especialmente de los perros. Cuando éramos muy chicos todo el tiempo recibimos regaños y castigos por andar buscando insectos, metidos entre las plantas y hierbas, acariciando perros ajenos y buscando aventuras en la naturaleza.
Especialmente los perros, toda la vida nos han generado una enorme curiosidad y fascinación, por lo que desde entonces deseamos tener uno como mascota, sin embargo, eso solo era un deseo, ya que nuestros padres nunca accedieron a ello.
Un día por azares del destino llegó a nuestras manos una revista de perros que tenía en el interior, un enorme póster de un majestuoso Alaskan Malamute, era un hermoso animal que lucía como un lobo pero más esponjado y sonriente, que maravillaba con su estampa, nos volteamos a ver y ya sabíamos que era nuestro perro ideal, de inmediato lo sacamos, lo extendimos, fuimos a buscar con que pegarlo y lo colocamos detrás de la puerta de nuestra habitación. Desde ese momento quedamos flechados por esta raza y no dejamos de buscar información; se convirtió casi en una obsesión, pero por aquel entonces era una raza poco común en México, muy difícil de encontrar y sin embargo nosotros estabamos convencidos que era justo lo que queríamos y que algún día íbamos a conseguirlo.
Así fueron pasando los días y las noches y cada que despertábamos al abrir los ojos estaba ese hermoso perro en el poster de la puerta haciéndonos desearlo más y más, hasta que por fin en una de tantas revistas especializadas de perros que ya coleccionábamos, vimos un anuncio que nos llenó de emoción; sabíamos que era nuestra oportunidad de conocer un Alaskan Malamute de verdad, pues se anunciaba con bombo y platillo una gran exposición de perros al sur de la ciudad, fué entonces que decidimos que teníamos que estar ahí y urdimos un plan para conseguirlo, no fué fácil, tuvimos que portarnos bien, cumplir con todo y hasta juntar nuestros domingos para que el dinero no fuera un pretexto, y al cabo de unas semanas, finalmente ¡lo logramos! Estábamos en esa exposición, estábamos realmente muy entusiasmados, fué una gran experiencia poder ver a tantos y tan diferentes perros… pero cuando llegó el turno de ver por primera vez a un Alaskan Malamute ¡fué absolutamente increíble!, cualquiera podría pensar que después de ver tanto por tanto tiempo acerca del perro, la expectativa sería tan alta que al conocerlo de verdad sería imposible superarla y perderíamos el entusiasmo, pero no para nosotros, para ese par de niños el impacto fué tan grande que en ese momento estábamos seguros de que queríamos y tendríamos un Alaskan Malamute, igual de hermoso o más que los pocos que pudimos ver en la exposición, que eran justo como los perros de revistas y documentales que habíamos visto tantas veces, desde su físico hasta su carácter, pero que eran… ¡aún más impresionantes cuando los tienes frente a frente! y aunque esa si que era una misión imposible para 2 niños sin permiso de tener un perro y con solo los domingos para financiarnos un perro tan caro, exclusivo y difícil de encontrar nos pusimos manos a la obra haciendo mandados a los vecinos, cortando pasto o cualquier cosa con la que pudiéramos conseguir algo de dinero para no tener que pedir permiso y dinero sino, solamente permiso. Mientras seguimos buscando reportajes, información, documentales y todo lo relacionado con los Malamutes. Por mucho tiempo solo fué un sueño que año tras año seguía presente todos los días, incluso cuando ya pudimos tener permiso y dinero nos fué muy difícil encontrar un buen Alaskan Malamute por lo que de hecho tuvimos otros perros sin poder conseguir nuestra ilusión de tener el perro de nuestros sueños.
Pasaron los años y dejamos de ser unos niños, continuamos con nuestras vidas, sin embargo nunca dejamos de lado aquel sueño de la infancia, nunca paramos de seguir buscando la forma de conseguirlo, hasta que en el año 2006, se alinearon los astros y sorpresivamente un tío nos anunció que se iría de vacaciones a Canadá para el verano y vimos una oportunidad inmejorable de materializar finalmente nuestro sueño, así que nos dimos a la tarea de investigar todo lo necesario para que él pudiera ayudarnos a traer uno.
Antes de que saliera de viaje, contábamos ya con toda la información necesaria y los recursos para poder pedirle su apoyo y afortunadamente logramos convencerlo para importar un cachorro de aquellas frías y lejanas tierras. Fueron dos largas semanas de ansiedad y angustia esperando el regreso triunfal de nuestro tío, imaginando que entraría por la puerta con nuestro encargo, pero... ¿Qué pasaría si no? ¿Y si algo salía mal? Definitivamente fuimos una gran molestia, ya que no solo lo hicimos gastar valioso tiempo de sus vacaciones en cumplir nuestro capricho, sino que lo hostigamos durante días hasta su regreso, en ese momento no reparamos en ello y solo pensamos en que terminaría al fin esa enorme espera...
¡Llegó el gran día! Ambos nos reportamos enfermos en nuestros empleos para ir a recibirlos al aeropuerto. Finalmente estaba ahí, logramos tener nuestro primer Alaskan Malamute un perro hermoso y leal que cumplió y superó esa ilusión que tuvimos desde niños un perro imponente, que en todos lados llamaba la atención, para nosotros era el mejor perro del mundo y ¡por supuesto que lo fué! porque aunque ya éramos más grandes, era como ver a ese hermoso ejemplar salir mágicamente del poster en la puerta y aventarse sobre nosotros.
Gracias a ese perro pudimos conocer mucho más del mundo canino y encontramos muchísimos otros, que al detalle tenían aspectos que no tenía el nuestro, y así, lo que fué un sueño y obsesión, se convirtió en un gusto que casi es vicio y comenzamos a buscar criar “el perro perfecto”, tratando de mejorar camada a camada, cada detalle buscando no sólo la belleza del animal sino también su salud y temperamento, entre otros muchos aspectos. Así fué que comenzamos consiguiendo los mejores ejemplares de distintos sitios para tratar de tener los mejores cachorros en México, por eso desde el inicio y hasta la fecha nos es muy difícil dejarlos ir.
La primera vez que tuvimos cachorros, no queríamos que se fueran, queríamos quedarnos con todos, por eso siempre ha sido de vital importancia saber dónde y con quienes estarán después de nosotros; así que tuvimos la idea de seguir en contacto con cada uno de los nuevos propietarios y pedirles fotos de nuestros cachorros, para ver qué se encuentran en buenas condiciones y saber cómo lucen de adultos, lo cual también nos ha sido útil para realizar cruzas selectivas y obtener cada vez mejores ejemplares.
Pero principalmente nos ayudó a formar estrechos vínculos con mucha gente, que a su vez nos fueron recomendando con sus familiares y amigos, hemos logrado formar una gran red y que nuestros cachorros sean muy demandados, ya que quienes nos conocen, saben que somos mucho más que un criadero, somos gente como tú, que ama a los animales y que los consideramos como un integrante más de la familia y es por ello que en cada cachorro ponemos una parte de nosotros; nuestro sueño hecho realidad, nuestro esfuerzo, nuestro amor hacia cada uno de ellos y a pesar de que tengan una nueva familia, siempre serán parte de la nuestra y siempre que algún dueño ya no pueda hacerse cargo de uno de ellos, aquí tendrán las puertas abiertas sin importar el tiempo que haya pasado.
Alaskan Malamute México significa toneladas de deseos, de alimento, de aprendizaje y conocimiento, de historias emotivas, alegrías, tristezas, frustraciones, tiempo, veterinarios, cuidados e incluso verdaderas fortunas gastadas en todo lo anterior sin embargo no existe mejor recompensa, que ver un cachorro con una nueva familia feliz de recibirlo en su hogar y saber que aportamos nuestro granito de arena para contagiar nuestro amor por esta raza a mucha más gente, y con ello aumentar las posibilidades de subsistencia de la raza por muchos años más.
Ahora para ti, es mucho más sencillo de lo que fué para nosotros conseguir un Alaskan Malamute y estamos junto a ti para ayudarte con ello compartiendo contigo los conocimientos que nos llevó décadas aprender, porque queremos que les des un cuidado responsable y sólo te ocupes de ser el feliz poseedor del mejor perro del mundo, tu mejor amigo de toda la vida, ya que un Alaskan Malamute es mucho más que un perro.
Tú también déjate seducir por nuestros cachorros y conoce el amor verdadero…